jueves, 27 de enero de 2011

Bienvenida a los veinte

Hoy me toca hablar de ella; y lo hago por que es un lujo al alcance de algunos. Y me gusta que sea algunos; sí, porque éso implica una fuerte madurez, una simplicidad a la hora de elegir y ganar principios, y sobre todo, de saber escoger a quien tienes al lado.. Sé que los sigue (esos principios) y por eso estoy muy orgullosa de ella. Mucho.

Sé que la vida le ha dado tortazos; pero ella, con fuerza y valentía ha sabido reírse de ello.

Se define como una chica de contradicciones y es cierto. Es una mujer de roble pero con un enorme corazón.

Afirma estar buscando su sitio en éste mundo; pero, se equivoca. Es el mundo quien está velando por encontrar un sitio en ella.

Que podría decir de Zoila. Es increíble. Sí, de veras. Deberíais conocerla. Es la típica persona que te alegra con únicamente su escasa pero saciada presencia. Pueden pasar días, meses o incluso años; pero, sabes que está ahí.

Sabéis? Siempre lo pensé. Esta chica tiene un don. No tardé en seguirla y procurar en formar parte de su vínculo. Quería aprender de ella. Quería saber como una persona puede ser tan especial y así poderme convertir en una mínima parte de lo que es ella.

Hablemos de su sonrisa. Sé que en cada poro de su piel se respira dolor. Sé que lo ha pasado mal. Pero jamás deja plantada la sonrisa en su armario. Jamás.

Es detallista, sabes escuchar, y bueno, sabe siempre qué decir.

Si tenéis la oportunidad, pasad una tarde con ella. Es increíble. De una tarde puedes extraer mil y una razones por las que volver a quedar con ella.

Es dinámica, alegre y decidida. Es muy segura de si misma a pesar de lo que acarrea.

Me encanta cuando viste su cabello con cintas, la hace tan... personal. Tan Zoila. Me encanta.

Sus textos.. indescriptibles. Insuperables.

¿Alguien ha visto alguna de sus fotos?

Hace cosa de un año, asistí a unas clases de fotografía. Aquél hombre, como profesional del oficio, comentó que la regla básica de toda fotografía (eso descartaba encuadres, nitidez, luminosidad, enfoque, etc) era que ésta tuviese un significado implícito para su autor. Tirar por tirar, es típico de guiri asiático. Y a éso quiero llegar. Es increíble la manera en la que sus fotos, te pueden hacer llegar al sentimiento que ella quiere, dolor, meláncolía...

Podría pasarme horas y horas escribiéndo sobre ella... No pararía.

Y, ¿sabéis también qué es lo que más me gusta? Que no hay dos como ella.

Felicidades Zoilyxuls. Te quiero.

miércoles, 26 de enero de 2011

Cartas

Estimado....,
Hoy no utilizaré fotografía si es eso lo que logra despistarte. No utilizaré palabras complejas que desaten una idea equivocada de lo que pretendo decirte. No recurriré a nada para justificar mis actos. No lo necesito; soy consciente de todo aquello que hago y soy consecuente con ello. No omitiré detalle alguno; y no lo haré porque sé que lo que trato comunicar es algo abusivamente abstracto; algo que cuesta entender (o eso me gusta pensar).
Está bien, yo perdí la fe en ti. Lo sabes. Pero, mucha gente te sigue. Sí, lo hace. Confían en que les ayudarás, en que nunca los dejarás solos; a cambio, te ofrecen todo aquello que tienen y está dentro de sus posibilidades. Confían en que detrás de la lluvia les estará esperando el gran astro; esperan esos buenos tiempos que vienen detrás de su dolor. Así que... ¿qué estás haciendo con ellos? Dejemos las ciencias duras para los científicos y dediquémonos tú y yo a las ciencias blandas. Esas que únicamente se ocupan los que se atreven con mayores riesgos.
Algunas personas carecen de hogar, algunos niños lloran y no precisamente por que se les caiga el chupete al suelo o se desprendan de su juguete más preciado. Viudas de las víctimas de guerra se ven involucradas en una nueva vida que no les había tocado vivir. ¿Acaso no ves la televisión? Esto no es una quiniela. Gente buena no merece que se la trate así. No hay derecho que exista una desigualdad económica que sea capaz de regir este mundo y consiga una división entre ricos y pobres. ¿No te das cuenta de que es totalmente justo?
¿Dónde están los valores democráticos que nos pertenecen como personas, como seres humanos?
Creo que se perdieron en el olvido. Al igual como tú en mis pensamientos. En mi día a día. En el de muchos.

martes, 25 de enero de 2011

imPERFECCIONES




- ¿Alguna vez te has sentido como una bolsa de plástico, como si volaras junto al viento tras una capa de invisibilidad que te hace curiosamente solitario? ¿Cómo si nadie fuese consciente de qué le está sucediendo a su alrededor y piensas que su alrededor eres tú?

-Probalmente.

-Entonces, es cuando ves a alguien que, tras la multitud, logra ver más allá de todo el gentío, de todas esas pisadas uniformes. Es una niña que, con sus ojos inquisidores, te observa. Parece que es un espejismo cuando te percatas que su comisura derecha se eleva levemente brindándote a grave lentitud una de sus mayores sonrisas.

-Y, entonces, ¿qué más sucede?

- Sucede que se acerca a ti, te estremeces y eres incapaz de moverte. Tus pies se sugetan al suelo, como si del más duro y seco hormigón se tratara. Y restas inmovil a la espera de que llegue hacia ti.

- Pero...

- Pero, en ese momento, cuando intentas adivinar quién es esa chica, te percatas que tiene una peculiar peca en la mejilla derecha. Que tiene una suave separación entre sus incesivos y empiezas a caer en ciertos detalles de su fisonomía. Pecas al rededor de la cara, un pelo rojizo cuál carmín, unos vivos, alegres y verdes ojos...

- Soy yo...

- Sí, Marta. Eres tú. Estabas tan ensimismada en creer que nadie te veía que ni tú eras capaz de hacerlo. Pero tranquila, hoy será el comienzo de un gran cambio. Hoy podrás quitarte la ropa y saltar a la piscina sin temor a que los demás niños se rían. A partir de hoy, podrás hacer cosas que nunca jamás habías hecho...
Dedicado a todas aquellas personas que pese a sus imperfecciones son perfectas.

domingo, 16 de enero de 2011

El poder de nuestras palabras



Hoy me acordé de algo que leí hace tiempo... El poder de nuestras palabras; un buen amigo escribió sobre ello, dándonos una vez más una valiosa lección sobre como priorizar contenidos, hacerlos tuyos y extraer un buen conocimiento a partir de una base sólida y rica en principios bañados de madurez y sabiduría.
Sé que dije que dejaría ésto, pero sentía que también me estaba dejándo a mí misma, y eso no, por eso no paso.
Todavía recuerdo, tiempo atrás, mi yo, ése del que a veces hablo; Vaya si los recuerdo, es entonces cuando llegan a mi memoria todos esos tiempos en los que todo parecía algo más sencillo y menos quebradizo. Me recuerdo como si fuera ayer, escribiéndo en la escuela, esperándo que alguien me leyera... Y así era, había un alguien que me leía y me puntuaba contestando a todo aquello que escribía.
Por aquél entonces no era consciente del hincapié que hacía aquella mujer en derrotar aquellas palabras que hacían de mí el ser más pesimista y oscuro que probablemente hubiera conocido. Hoy le doy las gracias, a ella y a mis libros, quienes hicieron una gran labor en enseñarme a escribir.
Sin embargo, fueron las palabras de alguien quienes me animaron a continuar escribiendo, las que me salvaron una vez más. Las que volvieron a mí, como siempre. Las que te despieron a ti abuela, la que te saludaron a ti por primera vez Noa, las que te consolaron a ti Judith cuando la distancia impidió estar cerca de ti, las que fueron leídas por mí y me ayudaron tanto Rubén, las que hicieron estremecerme hace dos cumpleaños Zoila, palabras... Dichosas palabras, qué buenas son.
Y sé que es increíble, pero lo cierto es que cuando más profundo es nuestro silencio, más cobra importancia todo aquel poder que desprenden nuestras palabras, de todo aquello que dejamos atrás, de todo lo que nos negamos a olvidar, de todo aquello que deseamos repetir mientras lo explicamos con ellas, las palabras.
Palabras, qué haríamos sin ellas...

Mis palabras recorrieron fuego, cenizas y escarcha, pero no os voy a engañar, nunca me abandonaron.

jueves, 6 de enero de 2011

¿Qué pasó?

Lee atento éste mensaje porque es que es para ti, sólo para ti.

No quiero asustarte pero sí, hoy volviste a mí. Podría decir que hacía siglos que no regresabas a mi cabeza, pero estaría mintiendo; y sabes que yo no miento.
Dime, ¿Qué fue de nosotros? ¿Qué hay de lo que éramos antes? ¿Dónde quedó aquella amistad que despertaba envidias?
Pero antes, dime si sigues ahí; si sigues siendo el mismo de ayer, si queda algún resquicio de tu yo pasado por algún lugar… Y bien, ¿estás ahí? Yo sí.
Joder, todo me recuerda a ti. Puede parecerlo pero nunca logré borrarte. … ¿y tú? ¿Recuerdas aquellas canciones que cantábamos, las nuestras? ¿La de viajes y planes de futuro que organizábamos? ¿La de listas en blocs de notas que escribimos y que ahora solo son eso, objetivos de papel?
A nadie más lo llamé ni lo traté como a ti, a nadie; sé que de hacerlo te estaría fallando, me estaría fallando a mí misma. Y lo más vergonzoso es que apenas tuve fuerzas para buscar alguien que se pareciera a ti, era una hazaña demasiado difícil y todavía no estoy preparada. Y lo cierto es que tampoco quiero estarlo.
Quizá sea incapaz de hacerme a la idea de que todo ha cambiado; Quizá debería empezar…. No, no puedo. Sigo pensando… y, maldita sea, te conozco y sé que todavía mi puesto está junto a ti, que en ti todavía queda parte de mí; Y lo cierto es que yo odio sentirme frágil si tú no estás aquí para pedirme que continúe; odio esta dependencia… ¿Qué estamos haciendo?
Espero día a día volver junto a ti, entrando por una puerta que no sea por la que salí. Maldito orgullo, no me deja encontrar la dichosa puerta…
Recuerdo ahora días de nuestro pasado; recuerdo gestos, palabras, momentos vividos; abrazos, tiernos abrazos, tickets de parking o nombramientos vicepresidenciales, viajes aéreos, mí primer viaje; bailes y pamelas en nuestras respectivas historias y demás. Y ahora solo se quedarán en eso, recuerdos y vistas al futuro de dos jóvenes soñadores…
Me hiciste daño, y, ahora dime, ¿Qué debo hacer yo si veo que ésta vez el orgullo logró ganarnos la partida?
  • Rubén, lo intenté, pero ni siquiera puede acercarse; ni escribir sobre ello tiene sentido.. De todos modos, GRACIAS :)

miércoles, 5 de enero de 2011

Parece que ya no tiene sentido escribir.

Y se rompió...

Tan, tan, tan frágil.. que acabó rompiéndose. Fíjate, como nosotros...