
Des de el primer momento en el que nacemos, estamos condenados y programados para sufrir.
Es peculiar ver como las almas de nuestros antepasados, y algunos presentes, nos enseñaron dónde se hayaban los hoyos más profundos, aquellos de los que solía costar salir, y aún así continuamos cayendo.
Y cuando menos lo esperamos, aparece... Es ese alguien que, pese a todas las circumstancias, nos cede su mano para salir a la superfície de nuevo... y lo hace SIEMPRE.
1 comentario:
Programados? No creo que esa sea la palabra.
Bonita foto!
Z
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