miércoles, 3 de noviembre de 2010

Bienvenidos todos, ésta es mi confesión


Hoy quizá sea un buen día, o quizá no. Pero, ¿qué diablos estoy diciendo? Hoy es un gran día para empezar a recoger la multitud de semillas que he ido sembrando hasta el día de hoy.
Durante toda mi vida he escrito cartas, miles de cartas. Cartas dirigidas a mis padres, a mis amigos, a reyes magos e incluso a un ser ficticio al que solemos apodar ratón Pérez. Cartas con derecho a réplica de las que ni siquiera he esperado acuse de recibo.
Hasta ahora solo he esperado el cambio de algo o de alguien. No he querido palabras, he querido hechos; y en algunas ocasiones he sido afortunada y los he obtenido, en otras no.
Siempre he estado jugándo un pulso con la vida, y hasta la fecha, lo he ido ganando. Y en el día de hoy, cuando todo parece ser frío y oscuro, y cuando ya nadie parece poder salvar mi alma, ni quien soy yo, creo que he acabado por rendirme ante ella. Porque no me quedan ases en la manga ni conejos en la chistera, porque no tengo apenas fuerzas para levantar un pie del suelo. Estoy hecha a ñicos, sintiendo que malgasto la mejor etapa de mi vida. Y me desvanezco, me desvanezco lentamente, y parece que a nadie le importa.
No puedo permitirme ser una hipócrita. No puedo permitirme seguir regalando sonrisas de cara a la galería y, tras los últimos coletazos de vida del sol, tras llegar a casa, comenzar a arrastrarme por los pasillos de ésta, escuchando llantos ajenos, o eso creo yo hasta que me doy cuenta de que ésos llantos que óigo, son míos, solo míos...

1 comentario:

Serinstantes dijo...

Sigo estando aqui. Como siempre.
Para cuando no te apetezca sonreir, para cuando no te apetezca ser falsa, para cuando quieras llorar y encontrar a alguien que te escuche. Sigo aqui para ayudarte a ganar de nuevo el pulso!