miércoles, 25 de agosto de 2010

Cuantas noches en vela, a la luz de la luna, contemplando estrellas fugazes que viajan junto a nuestros deseos más insondables, aquellos que anidan en lo más profundo de nosotras mismas.
Tardes disfrazadas de momentos que formaron y formarán parte de nuestra vida, de nuestra historia de dos.
Miradas que hablan por si solas, que marcan diferencia entre la multitud. Sonrisas que acaban por cesar el hecho de una disputa.
Discusiones que no llevan a nada, mentiras y verdades que nos fortalecen y hacen de nosotras unas grandes alumnas.
Amor incondicional e indomble que embarga cada poro de nuestra piel.
Pese a todo, te quiero pequeña. Y siempre será así, siempre.

2 comentarios:

Judith dijo...

Precioso texto, pero para preciosa tú! Gracias, gracias por estar siempre aquí conmigo y a pesar de mil disputas sin importancia hacerme notar que pese a todo te sigo teniendo conmigo, gracias por enseñarme todo lo que soy, por dejar que aprenda multitudes de cosas tan solo mirarte, por remarcarme y mostrarme siempre esa sencillez, esa carisma y sobretodo esa humildad que desprendes. Todo es poco Marta. Te quiero mucho. No hay un yo sin un tu, cursiladas a parte, pero sabes que es cierto, gracias!

Serinstantes dijo...

Que bonita suena la sinceridad. Gran texto MArtachuls!
Z